Pista 4: Granville Island


El contenido de esta entrada es pura ficción y forma parte del libro La Biografía del dolor, un thriller policíaco.

Photo by James Wheeler on Pexels.com

¿Qué puede hacer un padre o una madre cuando un lugar de recreo se convierte en sinónimo de depravación? Cuando un grupo de jóvenes decide que es hora de acabar con todo, de llevar la destrucción, de despedazar otras vidas solo porque sí, de extender el miedo y la sinrazón.

¿Qué pueden hacer los padres para proteger a los hijos? ¿Qué debe hacer cualquiera para cuidar de sus seres queridos? No puedes mantenerlos encerrados, ni metidos en una burbuja para evitar que el dolor les alcance, porque eso solo sería una ilusión. La libertad es un ingrediente necesario para la felicidad.

No hay motivos, no hay razones, no hay excusas. El ser humano puede ser el peor de los depredadores con sus iguales. Disfruta viendo el sufrimiento ajeno, se nutre de él, lo provoca y lo alimenta. Se acabó bajar los brazos y conformarse, construyendo una nueva vida desde las cenizas de otra quemada, extinta.

Es hora de actuar.

A %d blogueros les gusta esto: