
Que nadie se asuste ante el título de la entrada. No estoy pensando en matar a nadie (salvo en mis novelas, claro 😉) ni tampoco trato de hacer un análisis ni escribir un ensayo sobre los motivos que pueden llevar a las mujeres a matar. En realidad, de lo que quiero hablaros en esta entrada es de la serie de HBO que lleva el mismo título que este post y que desde luego y sin dudarlo, os recomiendo.
Consta por el momento de dos temporadas, muy diferentes entre sí. En la primera, nos relatan tres historias que suceden en tiempos diferentes (1963, 1984 y 2019) pero en la misma casa, lo cual ya establece un hilo conductor claro y un tanto original. Aunque, en mi opinión, la historia que tiene lugar en 2019 es indudablemente la más floja de las tres, también aporta un toque diferente y no está mal. No obstante, destacaría las otras dos, hechas con un fino humor negro. Lucie Liu (Ally McBeal, Kill Bill, Los Ángeles de Charlie, entre otras) es una de las protagonistas de lo que sucede en los ochenta y, como suele ser habitual, borda su papel de mujer frívola y superficial.
La segunda temporada nos narra una sola historia que se sucede en 1949. La actriz protagonista es la misma que hacía de policía en la primera temporada de Fargo, Allison Tolman, y me encanta como realiza su papel, tal y como me pasó con la serie que tiene lugar en Minessotta, aunque es cierto que Fargo es una de esas series que acabara convirtiéndose en una serie de culto por su inmensa calidad y la gran representación de todos sus actores. En esta segunda temporada, Alma, la protagonista, está casada con un veterinario y ansía entrar en un club de mujeres muy exclusivo en el que la presidenta, Rita Castillo, no la trata precisamente bien.
Por algún motivo que desconozco, creía que la segunda temporada inevitablemente iba a perder la frescura de la primera, que es la que sorprende con su originalidad. Sin embargo, me equivoqué de pleno. La historia es tan peculiar e inaudita, que parece mentira que se le haya podido ocurrir a alguien.
No puedo contaros mucho sin hacer spoiler, salvo que va a haber crímenes en ambas temporadas. Si no, ¿a qué respondería ese título tan llamativo? Averiguaremos, por tanto, algunos motivos (rocambolescos, en algunos casos) por los que matan las mujeres, siempre según sus creadores, claro.
Es cierto que Netflix es posiblemente la plataforma con un mayor catálogo de series. Sin embargo, cada vez estoy más convencida de que las series realmente buenas suelen estar en AMC y HBO (salvo Mindhunter, Manhunt, The Killing, 7 segundos, todas de Netflix y algunas más, por supuesto).
Succesion, Chernóbil, Los Soprano, The Wire, Big Little Lies, Breaking Bad y un sinfín más de grandes series se acumulan en estas dos plataformas. No es que no me guste Netflix, pues soy asidua seriéfila. No obstante, a nadie se le escapa que han primado la cantidad sobre la calidad y, en ocasiones, se pierden en ese inmenso océano de series y películas las que de verdad merece la pena ver.
¿Qué opináis? ¿La habéis visto? ¿Y qué tenéis que decir acerca de ese pequeño debate sobre Netflix, HBO y AMC?
GRACIAS POR LEER
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