
He decidido retomar una iniciativa que un día me comentó una compañera hace unos años y que me pareció maravillosa. Seguramente la mayoría ya habréis oído hablar alguna vez del BookCrossing. Básicamente consiste en dejar un libro en un lugar público para que otro lector lo recoja, lo lea y después lo vuelva a compartir. Es decir, ese libro se convierte en un libro viajero para que cualquiera pueda recogerlo y disfrutarlo. La única consigan es soltarlo otra vez para que otro pueda leerlo.

Existe una web que se llama precisamente BookCrossing en la que además este proceso está organizado de tal manera que se le asigna un código al libro que vas a liberar y, quien lo recoge, puede hacer una entrada en el diario de la web. Esto permite, además, seguirle la pista a tu libro y saber por dónde se ha movido.
Os recomiendo sin duda que la visitéis si os interesa el tema porque podréis conocer iniciativas interesantes que tienen y conocer un poco más sobre esta bella propuesta que permite a los libros seguir vivos y no abandonados en un estante.

Yo he decidido que lo voy a hacer con los libros que escribo. En la primera página incluiré una nota para quien lo recoja. Ojalá muchos lectores los disfruten y los compartan. ¿Os animáis a participar?
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