El Ocaso De Los Días – Capítulo 1 Parte 2


Estaba deseando que llegasen los compañeros. Nunca se le habían dado bien las situaciones emocionales y se sentía torpe intentando consolar a su amiga o dándole algún tipo de recomendación que no se creía ni ella. “Kisha Jennings consejera profesional”. Eso sí que no se lo creería nadie. 

No podía dejarla sola, de eso era consciente, por mucho que lo que le pidiese el cuerpo fuera salir huyendo de allí.  Habría dado lo que fuera porque cualquiera la sustituyera en ese trance. No era falta de sensibilidad o empatía, sino una torpeza emocional inherente a su forma de ser. 

Por otro lado, aunque obviamente no podía dejar sin vigilancia los objetos personales del médico que habían encontrado en la arena bajo el muelle, la realidad es que no paraba de pensar en que cada minuto que estaban allí podían estar perdiendo posibles testigos que hubiesen visto algo que les hubiese llamado la atención o que les hubiera resultado sospechoso en algún sentido. Cada minuto que pasaba, desperdiciaban un tiempo valioso en el que aquellos posibles testigos directos estuviesen abandonando el lugar y, tal vez, ya nunca pudiesen volver a localizarlos.

La impaciencia la comía por dentro. 

Iba a ser un caso de esos, lo intuía. Uno de esos en los que la investigación requeriría lo mejor de ella. Uno de esos en los que las jornadas de trabajo traspasarían por mucho el horario establecido. Uno de esos en los que la vida personal quedaba en un segundo plano. 

Y eso podría pasarle factura. 

Podía estar ante la desaparición del marido de la forense del condado, su amiga, una de las pocas que tenía en Carmel, por no decir, una de las pocas que había tenido en su vida. Así que, si sus sospechas se confirmaban, lo que  tenía delante era un caso doblemente cercano, tanto a nivel profesional como personal. No podía escatimar ningún esfuerzo porque hacerlo podía implicar dilatar su sufrimiento y que la vida de él, tal vez, estuviese en peligro. 

Pero era pronto para saberlo. Su cerebro ya empezaba a elucubrar sin parar, a gestar en su mente distintas situaciones e hipótesis. Sin duda, le preocupaba lo que veía. ¿Quién abandona sus cosas en la arena y le manda su localización a un ser querido para que las encuentre? Si estás decidido a desaparecer y empezar una nueva vida, no dejas ese rastro doloroso de incertidumbre e incógnitas. Si, por el contrario, estaban ante un caso de suicidio, era inaudito que no hubiera una carta de despedida. No convocas a alguien a quien amas en un lugar para dejar constancia de que te has quitado la vida sin dejarle al menos unas palabras para decir adiós. 

Así que la tercera opción parecía que era la que iba tomando más fuerza en su cabeza. Stephen no había desaparecido por voluntad propia. 

Alguien se lo había llevado.

CONTINUARÁ…

¿Cuál es tu teoría? ¿Cuál de las opciones crees que es la que va a acontecer en el libro?:

  1. Stephen se ha ido voluntariamente
  2. Se ha suicidado
  3. Lo han secuestrado
  4. Le han obligado a irse por algún tema relacionado con el pasado.
  5. Se trata de un asesinato pero aún no han encontrado el cuerpo.

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Gracias por tus minutos de lectura.

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